La calidad de vida diaria de muchas mujeres se ve entorpecida por problemas como la incontinencia urinaria y prolapsos de órganos pélvicos. No solamente la edad está detrás de estos problemas, sino complicaciones durante el embarazo o el parto, y tener músculos del suelo pélvico débiles son otras posibles causas. Existen diferentes alternativas para hacer frente a este tipo de problemas, desde tratamientos conservadores/no invasivos siendo los más sencillos, hasta medicamentos o incluso cirugía, siendo éstos últimos los de más complejidad.

 

Lo más frecuente es comenzar por tratamientos conservadores (utilización de un pesario) y ejercicios para fortalecer el suelo pélvico (ejercicios de Kegel). Un pesario es un dispositivo médico hecho de material flexible, que sirve tanto para dar soporte a los órganos pélvicos que sufren prolapsos, como para ayuda a tratar la incontinencia urinaria, y que se utiliza durante un periodo determinado de tiempo siempre prescrito y supervisado por un especialista.

 

Existen varias formas y tamaños de pesarios para que cada mujer pueda encontrar el adecuado a su problema. El tipo y tamaño de pesario siempre se lo prescribirá un médico especialista. Para ello, se servirá de un examen pélvico completo en el que conociendo el tamaño de la vagina y estado del prolapso, podrá determinar la elección del pesario correcto. Deberá elegir un pesario que se adapte perfectamente, cómodo y efectivo. Es normal que se prueben varios pesarios hasta que se encuentre el adecuado, no se desanime si la primera elección no es la acertada. 

 

Una vez introducido el pesario, el ginecólogo deberá revisar que se encuentra correctamente colocado, y le mandará a la paciente realizar ciertas pruebas para comprobarlo, como que realice algún tipo de esfuerzo, por ejemplo toser, levantarse, ponerse de cuclillas u orinar con normalidad. Si puede orinar sin problema es síntoma de que el pesario se ajusta perfectamente y está bien colocado, de lo contrario, se deberá cambiar por otro modelo o tamaño que se ajuste mejor.

 

Es necesario que el paciente comunique al médico cualquier tipo de problema o incomodidad. Si el pesario está bien ajustado y es el tamaño adecuado, la paciente no deberá notar que lo lleva puesto. 

 

 

El tratamiento de un pesario exige un compromiso por parte del paciente, ya que es necesario un seguimiento activo para que el tratamiento sea efectivo. Se realizarán diferentes exámenes de seguimiento, pudiéndose adecuar a las necesidades de cada paciente. El primer examen se realizará en los siguientes días o semanas, y de ahí en adelante se citará al paciente cada dos o tres meses, según criterio del especialista. En cada examen el pesario será retirado y lavado con agua y jabón, a la vez que se inspeccionará la vagina en busca de posibles infecciones o heridas. Es muy normal que en alguna revisión el pesario sea reemplazado por otro de diferente modelo o tamaño.

Con la colocación de un pesario se pueden producir algunas irritaciones o sentir picazón en la vagina, aparte de que probablemente aumentará su flujo vaginal y pueda producirse mal olor en éste. Por ello se recomienda usar un gel vaginal especializado, que ayuda tanto a lubricar las paredes vaginales para aliviar la irritación como a restituir y mantener la acidez vaginal en su estado natural, eliminando las posibles bacterias que provocan el mal olor. 

 

 


Muchas mujeres que sufren prolapsos ven afectadas sus relaciones sexuales porque les provoca falta de confianza o disminución del disfrute sexual, o incluso problemas físicos si el prolapso se encuentra en un grado avanzado. La colocación de un pesario conseguirá que recupere esa satisfacción en los encuentros sexuales. Existen pesarios que no son compatibles con el acto sexual, al igual que existen modelos que pueden ser retirados por la propia paciente, perfectamente compatibles con los encuentros sexuales. Por ello, es muy importante que la mujer advierta de la actividad sexual a su especialista médico para que opte por el modelo de pesario apropiado. 

El uso de un pesario es totalmente incompatible con el uso de un diafragma como anticonceptivo, si desea usar algún otro tipo de anticonceptivo deberá consultarlo con su médico. 

Existe un gran abanico de diferentes modelos de pesarios, pudiendo encontrar cada mujer el adecuado para su situación especifica. La colocación de éstos en la mayoría de los casos la lleva a cabo el especialista médico, quien se encarga también de su mantenimiento y retirada; sin embargo, varios modelos pueden ser colocados y retirados por la propia paciente sin ningún problema, siguiendo unas pautas de colocación y retirada adecuadas.

 

Analizamos varios pesarios para prolapsos:

Pesario Anillo:

Recomendado para prolapsos leves y moderados de grado uno y dos. Siendo efectivo también para hacer de soporte ante un cistocele moderado. 

 

Existen dos modelo de pesario anillo: pesario anillo (también conocido como pesario Corysan) y pesario anillo con refuerzo, realizando la misma función y siendo prácticamente idénticos, excepto que éste último se utiliza cuando se requiere un mayor soporte.

 

Este pesario es muy sencillo de colocar, solamente debe seguir estos pasos:

 

1. Lo primero será doblar por la mitad el pesario, de forma que quede el borde mirando hacia tu mano. Antes de introducirlo es recomendable aplicar una pequeña cantidad de lubricante de base acuosa para que el proceso sea más agradable.

2.  En segundo lugar, con una mano consiga una abertura necesaria de la vagina y con la otra mano introduzca el pesario aún doblado.

3. Por último, introduzca el pesario hasta el fondo del conducto vaginal y déjelo colocado de manera abierta en la parte posterior de la vagina, según se indica en las imágenes.

 

Las imágenes corresponden a la colocación de un pesario anillo con refuerzo.

Retirada del pesario anillo:

Inserte un dedo en la vagina y localice el borde del pesario. Una vez encontrado, engánchelo de éste y tire de él hacia abajo cuidadosamente a lo largo del conducto vaginal, hasta que consiga sacarlo finalmente de la vagina.

 

El pesario de anillo está hecho de silicona, algunos de los modelos contienen un relleno de resorte de acero para mantener su forma, y se puede utilizar en pacientes con molestias de prolapso genital leve o incontinencia urinaria. Deberán ser retirados aquellos que contengan acero antes de una prueba de rayos X.

El suelo pélvico sirve como soporte para el pesario. Los pesarios anillo pueden prevenir formas más leves de incontinencia por estrés.

El pesario puede ser insertado y retirado por el propio paciente en ciertos casos, pero la mayoría de ocasiones es el especialista médico quien se encarga de su colocación y retirada.

 

 

Los tamaños van de 44 a 95 mm, en pesario anillo.

Los tamaños van de 44 a 127 mm, en pesario anillo con refuerzo.

 

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Pesario Gellhorn:

Este pesario es recomendado para tratar prolapsos de un grado avanzado, en casos donde los pesarios convencionales no soportan la presión. Al ser más complicados de insertar y retirar no son aconsejables para mujeres activas sexualmente, ya que tendrían que retirarlo muy a menudo. Este tipo de pesario consta de una base circular de la que sale un pequeño tallo, también llamado vástago. 

 

Existen dos modelos de pesario gelhorn (también conocido como pesario chupete) dependiendo el tamaño del vástago: gellhorn vástago corto y gellhorn vástago largo.

 

La colocación de este dispositivo es sencilla:

Debe colocar el dispositivo paralelo a la entrada de la vagina. Con una mano debe ayudar a hacer que la abertura de la vagina sea la necesaria, y con la mano contraria debe introducir cuidadosamente el dispositivo “de lado”. Y una vez dentro de la vagina, debe introducirlo al fondo de ésta con el vástago mirando hacia la entrada de la vagina como se aprecia en la figura siguiente.

Retirada del pesario:

Debe introducir dos dedos dentro de la vagina y agarrando el vástago con ambos dedos tirar de él hacia abajo, intentando girarle ligeramente a la misma posición con la que lo introdujo. De esta manera será más sencilla su retirada.

 

El pesario gellhorn se mide por la circunferencia del diámetro del tazón.

Los tamaños van desde 38 a 95 mm. 

 

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Pesario Donut:

Es más grueso que el pesario anillo, y por ello es apropiado para tratar los problemas de cistocele * o de rectocele *, o bien cuando se necesite sujetar con mayor eficacia que otros modelos un histerocele (prolapso uterino) de grado 3. También es un pesario recomendado para dar solución a un prolapso de la vagina ocasionado posteriormente a una histeroctomía (extirpación del útero). Al ser más grueso es más complicado de retirar, ya que no es tan flexible para doblar como el anillo.

 

El Pesario donut está hecho 100% de silicona quirúrgica de alta calidad y libre de látex.

 

*Un cistocele ocurre cuando una parte de la vejiga sobresale dentro de la vagina.

*Un rectocele es provocado cuando la pared del recto sobresale dentro de la parte inferior de la vagina.

 

Colocación del pesario donut:

1. Con la ayuda del dedo índice, comprima el perineo para hacer mayor la abertura de la vagina. Con la mano contraria, comprima el donut e insértelo paralelamente a la entrada de la vagina, de la misma manera que se aprecia en la imagen. Una vez dentro, guíe el pesario a través del conducto vaginal hasta su posición adecuada.

2. El donut debe quedar apoyado en el cuello del útero. 

Retirada del pesario donut:

Para extraerlo, inserta un dedo en el centro del pesario. Con la ayuda de dos dedos, comprima por los laterales el pesario donut.  Con un dedo de la mano opuesta, comprima el perineo facilitando la apertura de la vagina. Sitúe el pesario en ángulo y tire de él hacia abajo cuidadosamente. 

 

OBSERVACIÓN:

El pesario es desaconsejado a las pacientes activas sexualmente a causa de su gordura y de su dificultad en ser retirado por el propio paciente.

 

Los tamaños disponibles son de 51 a 89 mm.

 

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